viernes, 22 de mayo de 2009

Algo de mi...


Mi nombre es Daniel y estoy loco...
Vivo donde no nací y moriré donde debí nacer. Son pocos los que me entienden y muchos los que aseguran hacerlo. Reconozco a los que me comprenden por las lágrimas que derraman cuando se sumergen en mis historias de lluvia; los
reconozco porque no corren despavoridos al escuchar la vida de mi vida.
Sí, estoy loco.Loco porque me gusta ir al cine sin compañía y porque no como aceitunas. Loco porque me enamoro de quien no debo y porque aún me chupo el dedo. Estoy loco (y esto confirma mi diagnóstico) porque creo que no lo estoy.
Me paso la mitad de mi vida soñando y el resto de ella, convirtiendo mis sueños en realidad. No encuentro el fin de soñar si no existe la creencia en su tangibilidad. No me da miedo nada, o más bien sí, tengo mucho miedo de quedarme solo. Pero de eso, prefiero no hablar.
Suelo contar todo: rejas, colectivos, rubias, perros vagabundos; y observo, a todos: niños, cómicos, mujeres amargadas, hombres fieles. Le dedico mucho tiempo a la vida de los demás. Me gusta imaginarme sus miedos y dudas, pero sobretodo sus pijamas y el color de sus cepillos de dientes. Creo que la gente es una maravilla en cuestión de especie y me divierte mucho confirmar las hipótesis que he creado sobre ella, a través del tiempo.
Siempre estoy positivo y sigo recentido con Dios por no haberme dado un par de ALAS. Me gustan las velas y doy todo por NO escuchar el silencio.
Soy demasiado astuto como para ser dulce y muy impulsivo como para ser Autoritario.
No me parece correcto que le corten las colas a los perros y que se les prohiba a los niños llorar. Creo mucho en la libertad y me enamoro de quien la ejerce. No me gusta mi nariz y de ves en cuando duermo desnudo.
Cuando era niño y desde ahí le agradezco a mi mamá por traerme al Mundo, Desde los ocho años, empecé a rezarle a Dios, nunca quise así conseguirme un buena pareja. Cuando aún pertenezco al reino de la infancia, escribo un poema que se llama ''Quiero un amor para amar''.
Nunca he volado en paracaídas, nunca me puse guantes de box y no he comido rana. He llorado por el sol y me he perdido de las estrellas, que son mi debilidad (muchos lo saben). No tengo miedo de fallar y si me das un arma
jamás podría disparar.
Soy muy sociable y creo mucho en Dios. Y así, como me ves, tan complicado y tan normal, para el resto sigo siendo un loco. Pero a mí eso no me preocupa, al contrario me conviene, porque todos saben que a los locos hay que seguirles la corriente.


Desde el alma!!

DANIEL

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